domingo, 8 de enero de 2012

Tango que me hiciste mal...


La pinche Heidi metida a columnista, quién lo habría dicho. Pero es que yo soy así, lo mismo te frío un botón que te coso un huevo. Ahora resulta que para escribir hay que ser "Homo sampler", hacer lo que a uno le echen, vamos. Total, que me encargaron una columna. La seria se las ahorro, que no aporta nada. Pero ésta, acá se las dejo, a pedido de gawrsh! y dedicada a laureleh, por haberme prestado la compu.
(Todo es una excusa para poner la foto de la pollerita que tejí, para que vean que pedazo de dona sampler estoy hecha).

Nombre del espacio semanal: Quien lo entienda que me avise
Columnista: Johnny Mentero
26 de noviembre de 2011.

(Dibujante de cómic, bloguero y guionista de cine, sin filiación política conocida, con columna en un diario impreso pero de distribución por suscripción, con dos años de existencia)

Tango que me hiciste mal y sin embargo te quiero

Me gustó lo de Mujica ayer. Un valorazo, el hombre. Cuando acabe el mandato se podría dedicar a escribir tangos. Si no sabe de música, no importa, le buscamos a alguien en el Ministerio de Cultura que se la componga y así él se puede dedicar a las letras, que son lo suyo. Las letras de tango, ojo. Las Letras con mayúsculas son para los burgueses, ya se sabe.
Me gustó porque el tipo te habla de igual a igual, pero no. De igual a igual porque él también sabe lo que es el sacrificio y la militancia; pero no, de igual a igual, no, porque él sabe lo que es el sacrificio y la militancia mejor que nadie.
Cuenta la prensa rosa que en la última cumbre de mandatarios latinoamericanos Mujica tuvo un altercado con su esposa. Al parecer, la primera dama le hizo ojitos al presidente Hugo Chávez durante la cena de clausura. Mujica mantuvo la compostura durante la gala pero al llegar al hotel los gritos se escucharon desde la recepción. “Mirá, percanta, no te atravieso porque yo durante la dictadura aprendí a perder. Y además, en el fondo te entiendo, yo si fuera mina también le arrastraría el ala… qué porte, qué parla, qué uniforme.”
Claro que lo de arriba es la versión oficial. Pero yo tengo un amigo -al que también llaman Pepe, fíjense qué coincidencia- que se fue a Brasil a laburar de camarero y justo está trabajando en el hotel de marras. Él me contó la posta. Parece que la Topolanski no le hizo ojitos a Chávez sino al mismísimo Lula da Silva, y la discusión no fue privada sino un acto político. “Como primera dama”, le dijo el Pepe a la Topolanski en plena recepción del hotel, “no te permito que le dragoniés a un presidente que día sí, día también, se anda vendiendo al imperio. Señorita, me cambia de habitación, que esto es una cuestión de política internacional.”
Como sea, un valorazo el Pepe. Si recibe alguna crítica del MIDES, ya se sabe, es que las técnicas son pebetas jóvenes, con mucho estudio y poca calle, sin sentido del humor. Los Ministerios son un mal que hay que tolerar. Algo así como la suegra, o Peñarol, o la violencia de género. El diablo sabe más por viejo que por diablo, ya se sabe.