El presente es una línea divisoria que es preciso olvidar. O te quedás en los espacios entre líneas. Paralizado. En la atracción magnética de una fobia. A los espacios abiertos.
El presente es una
descarga eléctrica. Su tacto es encarnizado.
Ya no está.
Hola. Al habla: yo. La hija de la exaltación, una muñeca hiperbólica, un amasijo de terminales nerviosas sin epidermis que las protejan.
Anguila eléctrica
emplea descargas para cazar a sus presas, defenderse y comunicarse con otras anguilas. Hola anguilas. Casi no tiene escamas. Sus órganos eléctricos ubicados en la zona ventral (como los míos) y nativa de América del Sur. Yo también
soy un inventario
simple
un te quiero de trazo
infantil colgado en la pared; una planta nueva; dos retazos de periódico
recortados sin cuidado; un padre muerto; un terror a la esquizofrenia; una
cita; un olor a sexo ajeno; siete libros; una extraña añoranza de
Carpentier; una oquedad donde antes hubo. Sintaxis.
El mundo, como una culpa.