jueves, 27 de febrero de 2014

Sintaxis


El presente es una línea divisoria que es preciso olvidar. O te quedás en los espacios entre líneas. Paralizado. En la atracción magnética de una fobia. A los espacios abiertos.

El presente es una descarga eléctrica. Su tacto es encarnizado.

Ya no está.

Hola. Al habla: yo. La hija de la exaltación, una muñeca hiperbólica, un amasijo de terminales nerviosas sin epidermis que las protejan.

Anguila eléctrica
emplea descargas para cazar a sus presas, defenderse y comunicarse con otras anguilas. Hola anguilas. Casi no tiene escamas. Sus órganos eléctricos ubicados en la zona ventral (como los míos) y nativa de América del Sur. Yo también
soy un inventario simple
un te quiero de trazo infantil colgado en la pared; una planta nueva; dos retazos de periódico recortados sin cuidado; un padre muerto; un terror a la esquizofrenia; una cita; un olor a sexo ajeno; siete libros; una extraña añoranza de Carpentier; una oquedad donde antes hubo. Sintaxis.

El mundo, como una culpa.

6 comentarios:

  1. una fantasía puede matar, incluso sin pensarla, incluso germinando en el hermético mar antártico, en cualquier caso, la mutación no es sintomática, no es medible, no es observable, porque ocurre sí, pero nunca, porque es el cambio sin momento, el antes y después sin presente, más bien sólo el después sin una sola huella del antes, quizá sólo sea mirar atrás, o mirar estos desconocidos órganos (también dorsales, pero no podemos verlos), muy bien el botija butler.

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  2. ah, pero es perceptible, y eso genera el desagradable reflejo de mirarse el ombligo.
    butler un crack.

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  3. perceptible por los demas, pero no sé si por uno, la mariposa no tiene memoria de gusano.

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  4. Bien, buen ejemplo, me sirve: mientras está en la crisálida no es ni gusano ni mariposa, no come ni tiene contacto con el mundo, es el momento de menor contacto con el mundo exterior. El después sin una sola huella del antes es el producto de la mutación, no el proceso.

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