lunes, 21 de marzo de 2016

YA NI EL MIEDO

Parece que hoy es el día de la poesía, y para celebrarlo se organizó en El Pont de Suert un recital el sábado pasado, coincidiendo con San José, que acá es el día del padre, como a una nación de tradición católica corresponde. La gente leyó con mucha fuerza poemas propios y ajenos. Yo leí este en conmemoración de ambas fechas, y me emocioné un poco.   

YA NI EL MIEDO

Pare meu que potser algun dia molt discret m’estimaves
(María Cabrera i Callís)

 Hilo dental meticuloso
en el lecho de un hospital.
Irónico presagio de un futuro sin mella.
Sus huesos golpearán madera
pero sus dientes ya no caerán.
(los párpados se abatirán primero)

Sus dientes sólidos
blancos
inútiles en la boca de tierra
ya no podrán morder.

Y yo
clavaré los puños en mi estúpido vientre lozano
ávida de la dentellada de su cólera
por vez primera imposible.

Tachonaré toda ranura
impediré la luz oblicua.
Ya no habrá siesta
ni ruido ni paz.

El polvo terco en los rayos que se cuelen
(sardónica flecha sobre la cama vacía)
traerá el eco de las risas infantiles
en las tardes tediosas cuando el padre era el miedo.

Y ya ni el miedo habrá.
                              
Entonces
le construiré con mi recuerdo una voz de lodo
una canción de cuna antigua
la memoria tierna de un día en que tal vez
muy discretamente
me quiso.

Mi padre ha muerto.
Escupiré sobre los eufemismos
mientras las hienas del dolor

se disputan sus recuerdos.